El día 4 de enero de 1900 nació James Bond en Filadelfia. Confirmado. Palabrita del niño Jesús; y la palmó el 14 de febrero de 1989 también en Filadelfia. Y se dedicó a la ornitología, por si necesitáis más datos. Es más, llegó a ser conservador de aves. Lo más; y también un experto en aves del Caribe, lo que le llevó a escribir la que es considerada la Biblia del asunto.
¿Qué? ¿Cómo se os queda el cuerpo? Ahora, rascaos la cabeza como posesos/as y pensad qué relación tiene el colega con el que Ian Fleming se sacó de la chistera. A ver…
Pues es muy sencilla: a Ian Fleming le pirraban los pajarillos, Se volvía loco el hombre con ellos. Como vivía en Jamaica no sólo conocía la obra de Bond, sino que también tenía su libro en casa. Y como por entonces estaba dándole vueltas a la cabeza para un personaje que iba a utilizar en una novela, pensó que James Bond le podría valer. Que era corriente, vamos.
¿Que cómo se enteró del asunto el de verdad? Cuando le empezaron a brear a llamadas telefónicas después del exitazo de la primera película de la saga. Tanta llamada preguntando por Bond le mosqueaba. Que esto de los pajaretes está bien pero no da para tanto, llegó a pensar. Cuando se enteró del percal, la mujer decidió escribir a Fleming haciéndole un traje completo. Que qué vergüenza, que mira que usar el nombre de mi santo esposo para esto, que vaya ultraje, etcétera. Fleming no sólo respondió a la carta —«me pareció que este nombre breve, poco romántico, anglosajón pero a la vez tan masculino, era justo lo que necesitaba»–, le dijo, sino que también invitó al matrimonio a Goldeneye, su casa; de la que se marcharon con un ejemplar dedicado de la primera edición del por entonces su último libro —‘Sólo se vive dos veces’— con esta dedicatoria: “Para el verdadero Bond del ladrón de su identidad. Ian Fleming, febrero 5, 1964. ¡Un gran día!”. La mujer, que era un tanto avispada, intentó sacar provecho del asunto y poco después escribió un libro titulado ‘Cómo 007 consiguió su nombre’.
La cosa no acaba aquí. En ‘Muere otro día’, aparece el Bond de turno —Pierce Brosnan en este caso– echándole un vistazo un vistazo a un libro del auténtico Bond. Y se hace pasar por ornitólogo, como el de verdad. Para que vayáis a tiro hecho, es la escena en la que Halle Berry sale del agua. De nada.
El de la foto es el James Bond original.