Un Bonaparte fundó el FBI

Un Bonaparte fundó el FBI. ¿Qué? ¿Cómo se os queda el cuerpo? Que no, que no miento. Insisto: un Bonaparte fundó el FBI. En concreto, Charles Joseph Bonaparte, y ocurrió el 26 de julio de 1908. ¿Os apetece saber más? Al lío entonces.

Napoleón Bonaparte sólo tuvo un hijo. Como era un clásico, le puso su nombre, aunque al vástago se le conoció por otro apodo —el Aguilucho—. Este colega ni se casó, ni tampoco tuvo hijos oficiales que se sepa. No obstante, algunos historiadores lo consideraban estéril, y por ahí también se rumorea que podría ser el padre de Maximiliano de Austria, emperador de México. Otra buena para contar.

¿Entonces? La raíz protagonista de este artículo era hijo de Jérôme —Jerónimo, vamos—, el pequeño de la familia, que se casó dos veces: una, en EE.UU. —y sin autorización de su hermano Napoleón, que tenía otros planes para él—. Para el asunto, el que nos interesa es su primogénito, al que llamó como él, o sea, Jérôme, pero al que los americanos llamaron Bo. Este Jérôme o Bo se casó con Susan May Williams, cuya familia tenía pasta para parar un tren —a eso se dedicaba su familia. A los trenes, digo—, y de esa unión nacieron dos hijos: Jérôme —originalidad ante todo— y Charles Joseph, que con el tiempo se hizo abogado y, asimismo, fue ocupando puestos de relevancia en la Administración norteamericana gracias a su buen hacer y, por qué no, a la amistad con Theodore Roosevelt, con el tiempo presidente de la nación. Tanto, que le acabó nombrando fiscal general de los Estados Unidos.

Y así, ya en 1908, y con mucho poder acumulado, el tal Charles Joseph decidió que había llegado el momento de perseguir a los malos, pero de verdad. Fruto de su empeño resultó la creación del BOI (Bureau of Investigation); que se dedicó a eso, a perseguir a los malos por todo el país. Eso, con sólo nueve detectives, trece investigadores para casos de derechos civiles y una docena de contables para los delitos económicos. Entre sus logros, llevó a juicio a Rockefeller por monopolio. Tonterías, las justas.

Luego, en 1935, y ya bajo la dirección de J. Edgar Hoover, aquel departamento pasó a llamarse Federal Bureau of Investigation (FBI).

Pero que conste que un Bonaparte andaba de por medio. Para que lo sepáis.

 

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