Vida del emperador Carlos V día a día: 7 de diciembre

El 7 de diciembre de 1536, para más señas jueves, el emperador Carlos V partió de Barcelona, donde llevaba desde la jornada anterior, rumbo para Castilla, en concreto para Tordesillas, donde había pedido a su mujer, la emperatriz Isabel, que fuera a esperarle con toda la Corte y lo que fuera menester. Que tenía unas ganas locas de verla. Pero…

Una cosa es lo que tú deseas y otra bien distinta es lo que acaba ocurriendo; pues para eso era el rey —y emperador—, y por aquella época no era como ahora, que tomas un helicóptero, un avión, o le dices al escolta de turno que le pegue zapatilla al coche, que no te van a multar pues para eso eres el rey. Pero aquello era el siglo XVI, o lo que es lo mismo: caminos que había que verlos, unos para echarse las manos a la cabeza y otros como que podían estar peor, así que no nos vamos a quejar; y que se encargaban de reconocer previamente partidas especializadas en la cosa para tener al tanto al emperador y su séquito de dónde estaban los baches, quién se había coscado de que llegaba el emperador y cómo os vais a marchar, mi señor, sin probar esto y lo otro, etcétera.

En el caso que nos ocupa, o sea, el mencionado 7 de diciembre de 1536, fueron los conselleres de Barcelona —que serían una recua. Lo mismo me da ahora que el siglo XVI— a besarle las manos y, a continuación, acompañarle a la misa de turno. Que otra cosa no, pero piadoso era un rato el amigo. Después, una vez acabada la misa, se fueron de parranda, o sea, de comilona, y acto seguido el emperador tomó camino de Igualada, donde almorzó; y de Cervera, donde durmió.

Vale, ¿y cuándo llegó a Tordesillas?, os estaréis preguntando. El 19 de diciembre después de comer. Lo cual quiere decir que empleó doce días en hacer algo menos de 750 kilómetros —en la actualidad, unas siete horas y media tirando todo tieso por la AP-2 y la AP-68—. Sabiendo que una legua castellana, la medida de la época, equivale a 4,82803 kilómetros, el resultado es una cantidad de 62,5 leguas, aproximadamente; que divididas entre 12 días arrojan un total de 13 leguas al día. O lo que es lo mismo, más de 60 kilómetros diarios siguiendo el trayecto Cervera-Lérida-Fraga-Pina-La Almunia-Ateca-Almazán-Burgo de Osma-Aranda de Duero-Peñafiel-Tudela de Duero-Tordesillas. ¿Usaron algún atajo? ¿Se metieron por donde pudieron? ¿Nos timan ahora con las distancias? A saber… Eso sí, prisa, como para no darse, porque el emperador ya sabía que su esposa, la emperatriz, le estaba esperando en la cámara imperial. Eso asegura Foronda y Aguilera. Después de más de un año y poco sin verse. Como para no correr.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies