Hay que reconocer que el año ha empezado flojo. Poco que llevarse a la boca en forma de sucesos, acontecimientos y demás. Que merezca la pena reseñar, ojo, que de todo hay en la viña del Señor.
Hoy tampoco está la cosa para tirar cohetes, pero algo hay. Sin ir más lejos, por aquí aparece Iósif Stalin que, una vez muerto Lenin, se sentía con ganas de hacer cosas —el ímpetu de la novedad. Ya se sabe—. Y tal que hoy hace 88 años no se le ocurrió nada mejor que ordenar la deportación a Alma-Ata —en el Asia Central soviética. Perdido de la mano de todo— de León Trotsky, mentor de la revolución y arquitecto del Estado Soviético. Lo que se le llama quitarse de en medio a la mosca cojonera, a la molestia que pueda llegar a molestar mucho más si se lo propone; que puede hacerlo en cualquier momento. Allí vivió Trotsky durante un año, luego sería expulsado de la URSS. Y Stalin, a sus anchas. Alguna suya contaremos a lo largo de las próximas semanas y meses. Que las tuvo, y muy gordas.
Mientras, por el imperio, hoy hace 83 años un grupo de anarquistas de la CNT se puso el mundo por montera y le dio por hacer la revolución a pecho descubierto. El objetivo: implantar el comunismo libertario. El lugar: Casas Viejas, Cádiz. Y la revolución no podía triunfar sin tener bajo control a las fuerzas del orden represoras del Estado a combatir. Así que, por un lado, destituyeron al alcalde, y por otro intentaron tomar el cuartel de la Guardia Civil. El sargento y un agente de la Benemérita fueron heridos de muerte en el asalto. El Estado, viendo el color del percal —nada agradable a sus ojos, se entiende—, mandó más madera a la zona. O sea, más Guardia Civil y a la de Asalto de propina. Y sin contemplaciones. El resultado lo cuento mañana, pero ya anticipo que hay más sangre que en una casquería.
También hoy hace 511 años, y en las Cortes de Toro (Zamora), Fernando el Católico proclamó reina a su hija Doña Juana. Reinar, la mujer, reinaría poco. Entre el marido que se echó —y le tocó en suerte— y el hijo que tuvo vio la vida pasar desde su enajenada visión de la historia, a la que pasó como La Loca. Y Miguel López de Legazpi, que hace 451 tomó posesión de las Islas Carolinas Orientales. Hoy se las conoce como Islas Marshall tras visitarlas John Marshall, explorador inglés, en 1799.
Y dos nacimientos para acabar el repaso a este 11 de enero: los de Albert Hofmann y Teodosio I el Grande. El primero vino a este valle de lágrimas hoy hace 110 años, estudió química y en 1938 sintetizó el ácido lisérgico—el LSD, vamos—. Así quedaba inaugurada la posibilidad de viajar sin necesidad de coger medio de transporte alguno. Una pastillita y donde a uno le plazca. Por su parte, Teodosio sería el último gobernante de un Imperio Romano Unido. Nació hoy hace 1699 años en Segovia. Concretamente, en Coca. A su muerte, las dos partes del Imperio —Oriente y Occidente— se separarían de manera definitiva.
Sed buenos y felices si podéis… U os dejan.