Escolástica (Tica) Sainz es alegría, es optimismo; es mirar a la vida con los ojos de quien sabe en qué mundo vive y cómo afrontarlo; es encararla con determinación, desvivirse por los demás sin importarle las consecuencias. Y lo hace. Todo con tal de ayudar a Rosa, la madre de Manuel Prieto, por la que siente la pasión de la hija que no es por una madre que tampoco lo es. Rosa la acogió sin preguntarle nada; le dio un cobijo, una cama, un plato de comida. Por eso hará todo lo posible y lo imposible por corresponderla, por devolverla a la vida tras el golpe que supone perder a un hijo. En ello pondrá todo su empeño. Cueste lo que cueste. Aunque sea echarse en los brazos de Marga, Margarita Uriarte, y su insaciable sed de venganza.